¿Qué es la Terapia Cognitivo Conductual?
La Terapia Cognitivo Conductual es el modelo terapéutico que cuenta con los mayores estudios científicos, y que avalan la eficacia de los resultados.
Es una terapia completa, que actúa sobre los pensamientos, las emociones y el comportamiento, por lo que se consiguen unos resultados rápidos y duraderos en la persona.
Eficacia
La Terapia Cognitivo Conductual o TCC se ha demostrado que es muy útil y eficaz para gran número de trastornos, como pueden ser:
- Depresión.
- Ansiedad.
- Pánico.
- Fobias.
- Estrés y Estrés postraumático.
- Esquizofrenia.
- Trastorno Obsesivo Compulsivo.
- Agorafobia.
- TDAH.
- Baja autoestima.
- Dolor Crónico.
- Etc…
Esta terapia debe su eficacia al hecho que gran parte del sufrimiento psicológico se debe a los pensamientos negativos. Cuando se enseña a identificar esos pensamientos y los sustituimos por otros que son más realistas, se elimina la negatividad que actúa de forma perjudicial hacia la persona.
La Terapia Cognitivo Conductual incluye una serie de técnicas de relajación y el entrenamiento autógeno. Además implica el aprendizaje de una habilidad para restructurar los pensamientos, convirtiéndolos en más realistas, contribuyendo a la felicidad en lugar de interceptarla.
Beneficios de la terapia
Con la Terapia Cognitivo Conductual se logra cambiar los pensamientos más perjudiciales y que influyen negativamente en el comportamiento y en los estados de ánimo. Además, los conocimientos aprendidos suponen un beneficio y una herramienta para afrontar los problemas futuros.
Así pues, podría decirse que la TCC no sólo repara los conflictos presentes, sino que también nos prepara para afrontar los problemas futuros.
En definitiva, la Terapia Cognitiva Conductual es una terapia de corto plazo, científicamente validada y aceptada como la terapia de mayor eficacia para los trastornos comunes.
¿En qué consiste la terapia?
Durante las primeras sesiones el psicólogo evalúa si este tipo de tratamiento es eficaz y válido para el tipo de problema que presenta el paciente.
Aunque la TCC se centra en el “Aquí y Ahora”, en ocasiones también se realizan preguntas acerca del pasado, ya que lo que se pretende ver es cómo está afectando los problemas en el presente.
Pues bien, la terapia comienza dividiendo el problema en pequeñas partes y esto ayuda a ver cómo están conectadas entre sí y cómo nos afectan. Estas partes pueden ser una situación o un problema. Se intenta identificar pensamientos y conductas problemáticas.
En ocasiones se pide al paciente que elabore un diario, para facilitar la identificación de patrones del pensamiento, sus emociones y sensaciones físicas. El psicólogo y el paciente analizan si esos pensamientos y estas emociones y comportamientos son realistas o no.