Cuando hablamos del síndrome de Diógenes nos referimos a personas en las que el hecho de guardar y conservar pertenencias se vuelve un comportamiento habitual y preocupante, ya que acumula una cantidad enorme de objetos y residuos que carecen de utilidad alguna. Todo ello en suma supone un deterioro personal y social.
La persona que lo sufre tiene una gran dificultad para desprenderse o para desechar sus posesiones, necesitando conservarlas, y sintiendo un enorme malestar ante la mera idea de perderlas.
Con el tiempo el individuo no sólo no se desprende de las cosas que ya tiene, si no que comienza a recoger activamente cosas de la calle, las cuales esparce por su casa.
Todo esto deriva en un problema de falta de higiene y de abandono personal. Con el tiempo las cosas recogidas ocupan progresivamente más espacio del domicilio de la persona, llegando al punto de imposibilitar la funcionalidad y la vivencia en su hogar.
Este comportamiento produce un gran nivel de deterioro en varias partes de la vida del individuo, destacando el deterioro a nivel social, ya que provoca graves problemas de convivencia.
De modo que aquellos que lo sufren se van aislando progresivamente de sus círculos sociales y familiares, reduciendo al mínimo posible el contacto con otras personas.
Lo más frecuente es que el síndrome de Diógenes sea detectado cuando la situación está fuera de control, ya sea por motivo de las denuncias que recibe por parte de sus vecinos ante la insalubridad de su hogar o por familiares preocupados por el bienestar de su ser querido.
Los que padecen este trastorno suelen sufrir de problemas de salud extremadamente graves relacionados con la alimentación, ya que consumen alimentos en pésimas condiciones además de la pobre higiene constante en su vida.
Intervención y Tratamiento para el Síndrome de Diógenes
Estamos hablando de un trastorno extremadamente complejo que requiere un abordaje desde diferentes puntos de vista. Lo primero a destacar es que no suelen pedir ayuda voluntariamente, si no que suelen acudir a terapia obligados por familiares o por orden judicial.
La intervención multidisciplinar debe comenzar siempre por la atención al estado de salud del sujeto, de modo que resulta prioritario intervenir sobre las complicaciones y problemáticas derivadas de los problemas de higiene y de la falta de alimentación.
La intervención también tiene que estar enfocada a la actuación en el lugar de residencia de la persona, no únicamente sobre la persona en sí misma.
El tratamiento psicológico del síndrome de Diógenes suele contar con los siguientes puntos:
- Es esencial hacer consciente a la persona de la existencia de un problema junto con la consecuente necesidad de buscar una solución.
- El tratamiento de la inseguridad que tienen es un buen punto de partida para ayudarles.
- El entrenamiento en habilidades sociales será esencial para ayudar a la persona a volver a formar parte del mundo social que lo rodea, retomando por tanto el contacto social para ayudar a paliar la ansiedad que su ausencia provoca.
- Representa un factor crucial en la recuperación el apoyo de los seres queridos de la persona, por lo que deberá invertir mucho esfuerzo en aquellos factores sociales y familiares. Ello supondrá una mejora progresiva y constante en la calidad de vida del individuo.